jueves, 9 de octubre de 2025

Reflexión: De Roosevelt a Trump: la paz como herramienta de poder

EE. UU., mediador o incendiario: la paz como espectáculo

Leo las noticias sobre el nuevo intento de paz entre Israel y Palestina y me cuesta no sentir una mezcla de cansancio y desconfianza. No porque no quiera creer —ojalá pudiera—, sino porque la historia ya me enseñó a no ilusionarme demasiado. Cada vez que Estados Unidos se presenta como mediador mundial, el guion suena familiar: la gran potencia que promete equilibrio, la foto de los líderes estrechando la mano, los discursos cargados de esperanza… y después, el silencio. El mismo silencio que deja la guerra cuando se disfraza de diplomacia.

Desde Theodore Roosevelt hasta Jimmy Carter o Bill Clinton, Estados Unidos ha sabido vender la imagen del pacificador, pero nunca ha dejado de ser parte del conflicto. Este nuevo proyecto de paz parece repetir el patrón. Hablan de reconstrucción, de cooperación, de futuro compartido, mientras siguen cayendo bombas sobre Gaza y la ayuda humanitaria no alcanza. Washington se ofrece como árbitro, y el mundo aplaude su esfuerzo diplomático, pero cuesta olvidar que muchas de esas bombas llevan su sello. 

 

Presidente Roosevelt

 

Esta estrategia, como explico, no es nueva: Theodore Roosevelt  (1901-1909),  inauguró la tradición al mediar en la guerra ruso-japonesa (1904-1905) y obtener el primer Nobel de la Paz para un estadounidense. Woodrow Wilson (1913-1921), con sus Catorce Puntos y la creación de la Sociedad de Naciones, encarnó el idealismo liberal tras la Primera Guerra Mundial. Décadas después, Franklin D. Roosevelt (1933-1945) y Harry Truman (1945-1953) diseñaron el nuevo orden mundial tras la Segunda Guerra Mundial —con la decisión de usar la bomba atómica como punto final y la Guerra de Corea, mientras Dwight D. Eisenhower (1953-1961) consolidaba la paz en Asia y extendía su influencia en Oriente Medio. El verdadero hito pacificador llegó con Jimmy Carter (1977-1981) y los Acuerdos de Camp David, modelo de mediación aún recordado. Bill Clinton (1993-2001) continuó esa línea en los Balcanes y con los Acuerdos de Oslo, aunque con resultados desiguales. En cambio, George W. Bush (2001-2009)  convirtió la intervención militar en su principal herramienta bajo el discurso de la “paz democrática”. Barack Obama (2009-2017) trató de recuperar la vía diplomática con el acuerdo nuclear con Irán, y Donald Trump (2017-2021)/(2024-actualidad) reconfiguró alianzas regionales con los Acuerdos de Abraham, logrando que varios países árabes normalizaran relaciones diplomáticas con Israel; y más recientemente ha sido anfitrión —o al menos promotor clave— del acuerdo de cese al fuego con Hamás, en el que ambas partes "parecen" aceptar la primera fase de un plan de paz que incluye la liberación de rehenes, retirada parcial de tropas israelíes y un intercambio de prisioneros, aunque esas medidas aún no resuelven los problemas estructurales de la cuestión palestina. 


Así, el papel de Estados Unidos como “mediador” se revela más como una constante escenificación del poder que como un verdadero compromiso con la justicia: cada intento de paz estadounidense está atravesado por intereses estratégicos, oscilando entre la búsqueda de estabilidad global y la preservación de su hegemonía. Sin duda, un márqueting perfecto!
 

No quiero sonar cínica, pero cuando escucho la palabra “paz” pronunciada por quienes financian la guerra, algo en mí se encoge. Me da la sensación de que la paz se ha convertido en una marca, un producto más que se negocia en despachos con aire acondicionado, lejos de los gritos y el polvo. Se vende la idea de que basta con firmar un papel para cerrar heridas que llevan generaciones supurando. Y cuando el negocio deja de ser rentable, se pasa página.

Recuerdo la euforia de los Acuerdos de Oslo. La foto de Arafat y Rabin con Clinton detrás parecía abrir una grieta luminosa en la historia. Pero esa luz se apagó pronto. Lo que quedó fue la ocupación, la desigualdad, la rabia, los muros cada vez más altos. Desde entonces, los intentos de reconciliación han sido como parches sobre una herida abierta. Estados Unidos siempre aparece sosteniendo la balanza con una mano mientras con la otra la inclina.

Quizá el problema no sea la diplomacia en sí, sino la hipocresía con que se ejerce. La paz se declama con solemnidad, pero raras veces se practica con honestidad. Si de verdad quieren un acuerdo duradero, deberían hablar menos de fronteras y más de reparación, memoria y justicia. Ningún tratado puede ser legítimo si ignora las vidas arrancadas, los desplazamientos forzados y el dolor cotidiano de quienes sobreviven bajo el peso de la ocupación.

Personalmente, me debato entre la esperanza y la lucidez. Espero que algo cambie, pero no puedo fingir que confío ciegamente. Tal vez la paz no se construya en los palacios presidenciales, sino en los hogares que siguen resistiendo. Tal vez llegue cuando los poderosos dejen de necesitarla como adorno moral y empiecen a entenderla como responsabilidad.

Hasta entonces, seguiré leyendo cada “proyecto de paz” con el mismo gesto: una ceja levantada, una pequeña chispa de fe, y la certeza de que, por ahora, la palabra paz sigue siendo más un deseo que una realidad.

 

Fuentes 

U.S. Department of State. (s.f.). The Oslo Accords and the Arab-Israeli Peace Process

U.S. Department of State. (s.f.). Camp David Accords and the Arab-Israeli Peace Process.

Wikipedia. (s.f.). Oslo Accords.

Carnegie Endowment for International Peace.

Institute for Middle East Understanding. (s.f.). Endgame Apartheid: The U.S.-Sponsored “Peace Process”

Reuters. (2025, 8 de octubre). Rubio to attend Paris meeting on Gaza transition, sources say.

The Guardian. (2025, 9 de octubre). First phase of ceasefire deal to end war in Gaza agreed by Israel and Hamas.

El País. (2025, 5 de octubre). Pax Trumpiana

El Diario. (2025, 3 de octubre). El mundo entero celebra el plan de Trump para Gaza: lecciones (no) aprendidas de los Acuerdos de Oslo.

El Diario. (2025, 9 de octubre). La intrahistoria del plan de Trump para Gaza: cómo se negoció en los pasillos.

El País. (2025, 9 de octubre). Israel y Hamás firman el acuerdo de paz, que entrará en vigor tras su firma

El País. (2025, 8 de octubre). La negociación indirecta entre Israel y Hamás sobre Gaza entra en una fase decisiva con la llegada de los mediadores de Estados Unidos.

ABC. (2025, 6 de octubre). Negociaciones entre Israel y Hamás para el plan de paz de Donald Trump.  

Infobae. (2016, 7 de octubre). Los 25 jefes de Estado que recibieron el Premio Nobel de la Paz.  

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