jueves, 30 de octubre de 2025

Mulhacén: la cumbre donde la historia susurra con el viento

Entre la niebla y la piedra, donde respira el reino de los Hacén 

 

Subir al Mulhacén no es simplemente caminar. Es dejarse arrastrar por un paisaje que respira siglos de historia, por un aire que guarda secretos de reyes y pueblos, por una luz que ha visto amanecer imperios. Con sus 3.479 metros, la montaña se erige como un coloso de piedra y nieve, testigo silencioso de la historia de Granada y de todos los que, desde tiempos inmemoriales, han buscado en sus cumbres un encuentro con lo eterno. 

El Mulhacén lleva el nombre de Muley Hacén (Abu l-Hasan Ali), rey nazarí que gobernó Granada entre 1464 y 1482, y padre de Boabdil, el último monarca nazarí. Muley Hacén fue un hombre atrapado entre la grandeza de su reino y la fragilidad de su poder, un padre que vio cómo su propio hijo le disputaba el trono y, finalmente, entregaba Granada a los Reyes Católicos. Su vida estuvo marcada por intrigas familiares, conspiraciones internas y la presión constante de un reino en declive. Se dice que murió en 1485, apartado del poder, y que sus restos descansan en algún rincón secreto de la Sierra Nevada, custodiados por la montaña que hoy lleva su nombre. Cada piedra, cada sendero del Mulhacén parece susurrar su memoria: decisiones difíciles, luchas de poder, tensiones familiares… un eco que aún vibra entre la nieve y la roca.

 

F. C.Vargas

 

A medida que avanzamos por sus laderas, la montaña nos habla. Los primeros rayos de sol dibujan sombras largas y doradas sobre los valles; la nieve se funde en un brillo que parece líquido, y los riachuelos centellean como hilos de plata entre los pedregales. Todo es movimiento y silencio al mismo tiempo: el viento acaricia la piel y nos recuerda que estamos caminando sobre historia viva, sobre un paisaje que ha visto nacer y caer imperios, que ha sido refugio y frontera, santuario y campo de batalla.


 
De camí

 

La Sierra Nevada que rodea al Mulhacén está tejida de memoria y cultura. Aldeas moriscas suspendidas en el tiempo, restos de fortalezas, caminos de pastores y tradiciones que sobreviven en las fiestas locales nos hablan de una tierra que ha sido testigo de conquistas, pérdidas, resistencias y encuentros. Cada sendero es una conversación entre la montaña y quien la recorre; cada ascenso, un diálogo íntimo entre nuestra fragilidad y la monumentalidad del mundo que nos rodea.

 

Mulhacén 3.479 metros. Mayo 2025

 

En la cima, el horizonte se abre como un océano de cielo y piedra. La bruma juega con la luz, y en ese instante uno siente la magnitud del tiempo, la levedad de la existencia y, al mismo tiempo, la fuerza que nos conecta con algo más grande. Allí arriba, la historia, el viento y la nieve parecen fundirse, y Muley Hacén, Boabdil, Granada… todos ellos se hacen presentes, susurrando desde la memoria de la montaña.

El Mulhacén es memoria que respira, historia que canta con el viento, mito y realidad entrelazados en cada roca, en cada sendero, en cada ráfaga de aire helado. Subirlo, contemplarlo, escucharlo… es tocar con las manos y los sentidos una de las cimas más altas no solo de España, sino del espíritu humano, un lugar donde la naturaleza y la historia se encuentran para recordarnos quiénes fuimos, quiénes somos y quiénes podemos llegar a ser.

 

Agradecimientos: A todo el equipo, Carlos, Àlex y Florence.

 

La Kabra loka

 

Fuentes: 

Patronato de la Alhambra y Generalife. (s.f.). Muley Hacén y Boabdil, últimos sultanes de Granada

Biografías y Vidas. (s.f.). Muley Hacén.

MCN Biografías. (s.f.). Abu l-Hasan Ali (Muley Hacén). 

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